Publicado en EL PAÍS.
Regàs obtiene el
Biblioteca Breve con una crítica de la posguerra y la Transición
La escritora y exdirectora de la Biblioteca
Nacional obtiene el galardón con 'Música de cámara'
La obra narra una historia de amor truncado
donde reflexiona sobre la Transición
La posibilidad de enviar los manuscritos vía
'e-mail' aumentó la participación un 297%
No siempre, pero a veces
la coherencia y el compromiso en la vida tienen el premio. Así ha ocurrido esta
vez con Rosa Regàs (Barcelona, 1933), que ha
ganado el premio Biblioteca Breve 2013 con Música de cámara, una novela vestida con
la memoria sobre la posguerra, la renuncia de la historia reciente de la
transición y la necesaria militancia que debería tener todo intelectual.
Regàs ha asegurado esta
mañana que estaba “sobrecogida”. No era, claro, ni por los 30.000 euros de
dotación ni por haber obtenido el galardón en la convocatoria más concurrida en
la historia de los Biblioteca Breve (1.086 manuscritos, un 297% más que el año
pasado gracias a abrir la participación por la vía digital). No, la emoción de
Regàs venía porque obtenía el galardón fundado por su admirado Carlos Barral,
con el que trabajó en Seix Barral desde 1964 a 1970, siendo ella la “ninfa
egregia, una especia de secretaría general con la que todos queríamos hablar”,
ha evocado José Manuel Caballero Bonald, asiduo allí por entonces y miembro del
jurado que ahora la ha premiado.
“No sería quien soy ni
tendría los compromisos que tengo si no hubiera conocido a Carlos ni a García
Hortelano, Gabriel Ferrater o Gil de Biedma. Eso años, en los que me escondía
tras las puertas para oírles, no se han vuelto a repetir”, ha afirmado Regàs.
Barral es, en su opinión, “una víctima de cómo el poder lucha contra la memoria
y la inteligencia”, ha asegurado la autora haciendo su lectura sobre la marcha
de Barral de la editorial. El trasunto del episodio no está tan lejos del de la
novela, que Regàs empezó a pergeñar en 2006 (“es la que más me ha costado”) y
en la que narra la historia de Arcadia, hija de convencidos refugiados
republicanos españoles en Francia y que regresa a la tan acobardada como gris
Barcelona de 1949, refugiándose en la música de viola. De ese cobijo saldrá
tras conocer a Javier, hijo de la acomodaticia alta burguesía catalana que
mantuvo su estatus gracias al miserable negocio del estraperlo en esa
posguerra.
La novela describe la
historia de amor fracasada de ambos personajes a partir de una primera parte
donde, según el jurado, se recrea “de manera extraordinaria la atmósfera de
posguerra y del mundo de los represaliados”. En una segunda parte se salta a
una velada ya en 1984, donde se repasa ese lapso de tiempo , que ya incluye la
Transición.
“El éxito estético y
moral de la obra cae en el contrapeso de sus partes, especialmente duro el análisis
de la segunda,”, ha reflexionado Gimferrer, que también fue miembro del jurado
de los dos grandes galardones que jalonan la carrera de Regàs: el Nadal en 1994
por Azuly el Planeta en 2001 por La
canción de Dorotea.
A pesar de una infancia
francesa, los padres semiausentes y el matrimonio temprano, Regàs insiste en
que no es una novela autobiográfica, tanto que la génesis está en la figura del
protagonista masculino. “Quería explica la historia de un hombre educado en el
fascismo más absoluto –y me refiero al franquista- y que va evolucionando en el
contexto de una familia de procelosos fachas y a este personaje le busqué la
pareja más difícil y opuesta que pude”, resume Regàs.
Los ideales y la memoria
se cruzan en la Transición, marco protagonista en la obra. “El interés por la
Transición es fruto de intentar encontrar los motivos que nos han llevado a la
situación que estamos viviendo, a la falta de solidez de nuestra democracia y
de la deshonestidad de nuestra vida pública”, sentencia la combativa autora de Luna,
Lunera, que cree que ahora es un buen momento para hacer memoria en
España: “Siempre lo es para recuperar la memoria; cuando deja de hacerse ni que
sea un momento el retraso en la recuperación cívica y moral es brutal”. En su
opinión, en la Transición lo que se hizo fue “tirar arena sobre lo que ocurrió
en el pasado, eso se ha hecho durante décadas hasta ahora mismo, en que el
poder sigue en las mismas manos”.
Tampoco ve Regàs
demasiados cambios en la burguesía barcelonesa que ella conoce bien. “Yo creo
que tienen los mismos valores, que son hijos y nietos de franquistas y que
ocupan las mismas parcelas de poder”. Si todo sigue igual es porque “en España
no tenemos consciencia de nuestra pasado”.
Regàs, creadora de su
propia editorial en los convulsos años 70, La Gaya Ciencia, que empezó su
trayectoria literaria en 1988 con Ginebra,en 2007 dimitió como directora general de la Biblioteca
Nacional, cargo al que accedió en 2004. “Lo dejé por estar harta de algún
personaje, no de la gestión, pero hoy no tendría cargo político alguno.
Aceptarlo ahora sería continuar con todo este momento obscuro y brutal de la
vida política y no romper con ello; y eso es lo que toca ahora, romper. Hay que
tomar un compromiso social para acabar con tanta porquería y espero que esta
novela sea mi grano de arena a ello”. Coherencia y compromiso.
Contra la tiranía del dinero (Now Books, 2012)
'La desgracia de ser mujer' (Now Books, 2011)
'La hora de la verdad' (Now Books, 2010)
'Viento armado' (Planeta, 2005)
'Diario de una abuela de verano. El paso del tiempo' (Planeta, 2004)
'La canción de Dorotea' (Planeta, Premio Planeta 2001)
'Luna lunera' (Plaza y Janés, Premio
Ciudad de Barcelona, 1999)
'Sangre de mi sangre: La aventura de los hijos' (Temas de hoy, 1998)
'Desde el mar' (Alianza, 1997)
'Pobre corazón' (Destino, 1996)
'Canciones de amor y de batalla' (Aguilar, 1995)
'Viaje a la luz del Cham' (Destino, 1995)
'Azul' (Destino, Premio Nadal
de 1994)
'Memoria de Almator' (Planeta, 1991)
'Ginebra' (Destino, 1988)
'Más canciones' (Prames, 1988)
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