jueves, 9 de diciembre de 2010

Ciencia y poesía

Nuestros poetas de siempre pero, por esta vez, convertidos en científicos. La poesía está en todos sitios. Disfrutadlas.

ALFA 2

La nueva Física nos ha enseñado que cuando dos partículas simples
se unen, no es para formar una compleja sino para fundirse en una
nueva partícula que es también simple y radicalmente distinta de
cuanto antes existía. Atengámonos a ello. Evitemos las posibles
resonancias humanístico-biológicas. Lo que existe es un colectivo, no
una reproducción, ni una suma de partículas aisladas: El amor a todos
los niveles: Un conjunto en perpetua interacción.

¿Y si todos fuera nadie?
¿Y si empeñarse en nombrar
sólo fuera complicar la claridad de marcharse?

¿Y para qué señalar
si no hay nada señalable?
¿Y si la luz sólo fuera simplemente un vaciar?

¿Y por qué tanto besarnos?
¿Y por qué tanto mordernos
si ni tú ni yo existimos en esta nada adorable?

¿Por qué explicar si no hay tiempo?
¿Por qué nombrar? No existimos.
Sólo existe hoy este aire de un veintisiete de Junio.

Pero podemos contar:
Trece, doce, once, diez.
Porque es siempre apasionante la cuenta atrás.

No somos uno en otro.
Somos nadie, nada más.
y una anónima luz, y un amor mortal.

Gabriel Celaya

GAMMA-2

Cuanto más sabemos y más ancho vemos, más
comprendemos que dependemos de cosas minúsculas.
¿Cuántos ángeles pueden posarse simultáneamente en la
punta de una aguja?, preguntaba un Magíster de la
Universidad de la Sorbona, allá por el siglo XIII.

¿Y por qué tan neutral, tan seguro de sí mismo
Don Neutrón?
Uno anda dando vueltas con sus eléctricas cargas
y él, estable, ni se entera
de que uno, aunque chiquito, podría como una broma
armarle la de no-Dios,
la desintegración.
Basta un salto, quanto o tanto,
¡y se acabó, señorón!

NÚMEROS

Tenías abecedario
innumerable de estrellas;
clara
ibas poniendo la letra,
noche de agosto.
Pero yo, sin entenderla,
misterio, no la quería.
Aquí en la mesa de al lado
dos hombres echaban cuentas.
Más bellas que los luceros
fúlgidas, cifras y cifras,
cruzaban por el silencio,
puras estrellas errantes,
señales de suerte buena
con largas caudas de ceros.
Y yo me quedé mirándolas:
-iqué constelación perfecta
tres por tres nueve!- olvidado
de Ariadna, desnuda allí
en islas del horizonte.

Pedro Salinas


EN LAS CONSTELACIONES

En las constelaciones Pitágoras leía,
yo en las constelaciones pitagóricas leo;
pero se han confundido dentro del alma mía
el alma de Pitágoras con el alma de Orfeo.

Sé que soy, desde el tiempo del Paráíso, reo;
sé que he robado el fuego y robé la armonía;
que es abismo mi alma y huracán mi deseo;
que sorbo el infinito y quiero todavía...
Pero ¿qué voy a hacer, si estoy atado al potro
en que, ganado el premio, siempre quiero ser otro,
y en que, dos en mí mismo, triunfa uno de los dos?

En la arena me enseña la tortuga de oro
hacia dónde conduce de las musas el coro
y en dónde triunfa, augusta, la voluntad de Dios.

Rubén Darío

SONETO A LA CIENCIA

¡Oh ciencia, verdadera hija de la antigüedad,
Que todo lo alteras con tus penetrantes ojos!
¿Por qué te ensañas con el corazón del poeta,
Cual buitre cuyas alas son la gris realidad?
¿Cómo podría él amar o tener por sabia
A quien no le permite que en sus ensoñaciones
Busque las joyas que rutilan en el firmamento,
A donde se remonta en intrépido vuelo?
¿No has sacado tú a Diana de su carro?
¿No has expulsado a la dríada del bosque
Obligándola a refugiarse en planeta más feliz?
¿No has arrancado a la náyade de sus aguas,
al elfo de la verde hierba, y a mí
del sueño estival bajo el tamarindo?

Edgar Allan Poe

EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES

Un rey en viaje cae a un pozo profundo
nadie tiene la menor idea de cómo salvarlo
hasta que un paje llamado Arquímedes
recomienda comunicar el abismo
con una laguna de la vecindad
y el rey subió con el nivel del agua.

http://www.madrimasd.org/comun/images/1pix.gif Nicanor Parra

NOCTURNO

... Es la celeste geometría
de un astrónomo viejo
sobre la ciudad alta-torres
negras, finas, pequeñas, fin de aquello...-

Como si, de un mirador último
lo estuviera mirando
el astrólogo.

Signos

exactos -fuegos y colores -,
con su secreto bajo y desprendido
en diáfana atmósfera
de azul y honda transparencia.

iQué brillos, qué amenazas,
qué fijezas, qué augurios,
en la inminencia cierta

de la estraña verdad! Anatomía
del cielo, con la ciencia
de la función en sí y para nosotros!

- Un grito agudo, solo, inmenso,
como una estrella errante. -
...¡Cuán lejanos

ya de aquellos nosotros,
de aquella primavera de esta tarde
en Washington Square, tranquila y dulce -,
de aquellos sueños y de aquel amor!

Juan Ramón Jiménez

ME GUSTAN LAS MATEMÁTICAS

Como ninguna otra ciencia
Me gustan las matemáticas
Porque agotan mi paciencia
Con cuestiones enigmáticas
Confieso, sin estridencias,
Que me resultan simpáticas
Todas las circunferencias
Y demás curvas cuadráticas
Yo comprendo que la gente
Piense que soy diferente
Porque me gusta soñar
Con las series divergentes
Los números trascendentes
Y la función modular

José Antonio Hervás

EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS

Vírgenes con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.

Y el ángel de los números,
pensativo, volando
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.

Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.

Ni sol, luna, ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Sólo nieblas.

Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.
y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3 y el 4...

Rafael Alberti, Sobre los ángeles




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